Nunca antes un argentino había terminado tan arriba en un clasificador de la categoría Motos en el Rally Dakar. Más aún, jamás algún piloto del país había ganado una etapa ni había peleado permanentemente con pilotos de elite. El salteño Kevin Benavides, desde que terminó la competencia en Rosario, puede dar cuenta de ello. El piloto de Honda concretó una tarea excelente, que le abre un panorama muy amplio para su carrera deportiva.
Kevin sostuvo que la palabra felicidad no alcanza para describir lo que siente después de terminar la competencia. “Fue la carrera más dura e increíble que hice en toda mi carrera deportiva. Fueron 13 etapas únicas, inolvidables, duras y positivas. En cada una de ellas fui creciendo, me fui adaptando más, aprendiendo de cada día, y tratando de superarme. Cometí algunos errores que me sirvieron para seguir adelante, y asimilarlos como aprendizaje para alcanzar el éxito”, aseguró.
Benavides dijo sentirse orgulloso de representar a la Argentina y a Salta. “Hubo mucha gente que me ayudó a lograr este objetivo. Tuve familiares, amigos, colaboradores, que me siguieron en todo momento en el desarrollo de la competencia. Y hubo otros, como mi mamá, mi hermana, mi novia, tías, tíos, primos, toda la familia que estuvo pendiente de mí desde mi provincia, sufriendo en todo momento y siguiendo los tiempos desde la computadora.”
El salteño aseguró que durante la prueba se mantuvo en una burbuja, tratando de controlar todas las presiones. “Cuando el desafío terminó pude empezar a ver en perspectiva todo lo que pasó en los 15 días de competencia. Y no puedo más que llenarme de alegría y emoción. Ahora llegó el tiempo de disfrutar de este gran momento y planear cómo sigue mi año deportivo. Y también, por qué no, empezar a pensar en el Dakar 2017”, advirtió.